Meditación sobre la carta de Santiago que conduce a la madurez espiritual

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BIBLIA EN LÍNEA

Jacques4

El discípulo Santiago es el hermano menor de Jesucristo, mencionado en el Evangelio de Mateo: « ¿Dónde consiguió este hombre esta sabiduría y estas obras poderosas? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y los hermanos de él Santiago y José y Simón y Judas? » (Mateo 13:54,55). En consecuencia, no debe confundirse con el apóstol Santiago, que es el hermano del apóstol Juan (Mateo 10:2,3 (Santiago hijo de Zebedeo y Juan su hermano). En 1 Corintios 15:7, está escrito que Jesucristo resucitado, apareció a su hermano menor Santiago. Probablemente, fue con esta aparición que comenzó a ejercer fe en él, porque está escrito en el evangelio de Juan, que, durante el ministerio de Jesucristo, sus hermanos no ejercían fe en él (Juan 7:5). Unos años más tarde, era el discípulo Santiago quien presidía el Concilio de Jerusalén, que debía tomar una decisión acerca de la circuncisión (Hechos 15:12, no podía ser el apóstol Santiago, Porque el rey Herodes lo había suprimido ante de aquel Concilio (Hechos 12:2)).

Cuando leemos la carta de Santiago, nos sorprende la semejanza de su forma de enseñar, con la de su hermano mayor Jesús. Usa muchas ilustraciones como lo hacía Jesús. Por indicación, mientras lee la meditación sobre la carta de Santiago, puede comparar con el Sermón del Monte pronunciado por su hermano mayor Jesús, de los capítulos 5 de 7 de Mateo. Esta carta es muy fácil de entender, por eso ‘antes de cada pasaje, solo habrá una simple introducción que indique el tema de la exhortación. Cuando sea necesario, habrá un comentario para especificar el significado de ciertas expresiones o comparaciones.

Capítulo 1:

« Santiago, esclavo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están esparcidas por todas partes: ¡Saludos! » (versículo 1). Las doce tribus parecen aludir al Israel de Dios, el Israel espiritual que representa a todas las congregaciones cristianas (Gálatas 6:16).

Debemos considerar las pruebas que Dios permite, como un medio para mejorar nuestro aguante: « Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, 3puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante. 4Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada. (…) Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo. 13Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie. 14Más bien, cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. 15Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte » (versículos 2-4,12-14).

Santiago explica que Dios no es el iniciador de las pruebas porque los problemas son, a menudo, el resultado del comportamiento de sus siervos. Dios solo permite las pruebas. Da el ejemplo de las tentaciones que no son de Dios, sino que son muchas veces las consecuencias de malos pensamientos. Explica el simple proceso que puede conducir al pecado. Jesucristo, en su Sermón del Monte, muestra cómo el deseo fecundado, da a luz al pecado en el corazón con respecto al adulterio: « Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón » (Mateo 5:28). Jesucristo da un ejemplo de deseo fecundado en el corazón que da a luz al pecado sin ser necesariamente una acción concreta. Las dos informaciones son complementarias porque Santiago escribe que el pecado concretizado en acción conduce a la muerte, mientras que Jesucristo dice que también la mala intención en el corazón es un pecado en sí mismo. El apóstol Juan también ha demostrado que las malas intenciones nutridas en el corazón constituyen un pecado grave, con respecto al odio que podría conducir al asesinato: « Todo el que odia a su hermano es homicida, y ustedes saben que ningún homicida tiene la vida eterna como cosa permanente en él » (1 Juan 3:15).

Hay que pedir con perseverancia la sabiduría de Dios: « Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada. 6Pero que siga pidiendo con fe, sin dudar nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra. 7De hecho, no vaya a figurarse ese hombre que recibirá cosa alguna de Jehová; 8es un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos. (…) No se extravíen, mis amados hermanos. 17Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces celestes, y con él no hay la variación del giro de la sombra. 18Porque fue su voluntad, él nos produjo por la palabra de la verdad, para que fuéramos ciertas primicias de sus criaturas » (versículos 5-8,16-18).

La duda es una falta de fe, que se considera, desde el punto de vista de Dios, como un pecado: « Además, sin fe es imposible serle de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente » (Hebreos 11:6).

En cuanto a la insistencia en las peticiones hechas a Dios, Jesús, en el Sermón del Monte, la ilustra bien: « Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá. Porque todo el que pide recibe, y todo el que busca halla, y a todo el que toca se le abrirá. De veras, ¿quién es el hombre entre ustedes a quien su hijo pide pan…, no le dará una piedra, ¿verdad? O, quizás, le pida un pescado…, no le dará una serpiente, ¿verdad? Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden! » (Mateo 7:7-11).

Cuando Santiago escribe que cuando Dios da a sus siervos, no hay la variación del giro de la sombra, es decir, que está constantemente en el cenit, que constantemente da lo mejor a sus siervos.

Las primicias de sus criaturas podrían referirse a los cristianos que serán coherederos celestiales de Cristo, según el apóstol Pablo. En 1 Corintios 15:20-23, aplica exclusivamente la expresión « las primicias » a Jesucristo resucitado y en Romanos 8:23, la aplica a los cristianos coherederos de Cristo.

El pobre será ensalzado, mientras que el rico será humillado: « Pero que el hermano de condición humilde se alboroce a causa de su ensalzamiento, 10y el rico a causa de su humillación, porque como una flor de la vegetación pasará. 11Porque el sol sale con su calor abrasador y marchita la vegetación, y la flor de esta se cae, y la belleza de su apariencia externa perece. Así, también, el rico se desvanecerá en sus maneras de proceder en la vida » (versículos 9-11).

Hay que tener cuidado con el uso de la lengua: « Sepan esto, mis amados hermanos. Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira; 20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21Por lo tanto, desechen toda suciedad, y esa cosa superflua, la maldad, y acepten con apacibilidad la implantación de la palabra que puede salvar sus almas. (…) Si a un hombre le parece que es adorador formal, y con todo no refrena su lengua, sino que sigue engañando su propio corazón, la forma de adoración de este hombre es vana. 27La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo » (versículos 19-21,26,27, ver también el capítulo 3).

Debemos poner en práctica la enseñanza bíblica en nuestra vida: « Sin embargo, háganse hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con razonamiento falso. 23Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, este es semejante al hombre que mira su rostro natural en un espejo. 24Pues se mira, y allá se va einmediatamenteolvida qué clase de hombrees. 25Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y persiste en ella, este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacerla » (versículos 22-25).

Capitulo 2:

No debemos ser parciales en nuestras relaciones con los demás, ya sea con los ricos como con los pobres: « Hermanos míos, ustedes no tienen la fe de nuestro Señor Jesucristo, nuestra gloria, con actos de favoritismo, ¿verdad? 2Pues, si entra en una reunión de ustedes un varón con anillos de oro en los dedos y con ropa espléndida, pero entra también un pobre con ropa sucia, 3pero ustedes miran con favor al que lleva la ropa espléndida y dicen: “Tú toma este asiento aquí en un lugar excelente”, y dicen al pobre: “Tú quédate de pie”, o: “Toma tú ese asiento allá debajo de mi escabel”, 4tienen distinción de clases entre sí y han llegado a ser jueces que dictan fallos inicuos, ¿no es verdad? 5Escuchen, mis amados hermanos. Dios escogió a los que son pobres respecto al mundo para que sean ricos en fe y herederos del reino, que él prometió a los que lo aman, ¿no es verdad? 6Ustedes, sin embargo, han deshonrado al pobre. Los ricos los oprimen a ustedes, y los arrastran ante los tribunales, ¿no es verdad? 7Blasfeman contra el nombre excelente por el cual ustedes fueron llamados, ¿no es verdad? 8Por eso, si ustedes practican el llevar a cabo la ley real según la escritura: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”, hacen bastante bien. 9Pero si continúan mostrando favoritismo, están obrando un pecado, porque son censurados por la ley como transgresores » (versículos 1-9).

Debemos practicar todos los aspectos de la ley cristiana y no olvidar tener misericordia: « Porque cualquiera que observa toda la Ley, pero da un paso en falso en un solo punto, se ha hecho ofensor respecto de todos ellos. 11Porque el que dijo: “No debes cometer adulterio”, también dijo: “No debes asesinar”. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero sí asesinas, te has hecho transgresor de ley. 12Sigan hablando de tal modo y sigan haciendo de tal modo como lo hacen los que van a ser juzgados por la ley de un pueblo libre. 13Porque al que no practica misericordia se le hará su juicio sin misericordia. La misericordia se alboroza triunfalmente sobre el juicio » (versículos 10-13).

Con respecto a la misericordia, Jesucristo dice que se hará misericordia a los misericordiosos y que Dios perdonará a quienes perdonan las fallas a su prójimo (Mateo 5:7 y 6:14,15).

La fe viva se nota por sus obras cristianas, pero una fe sin obras está muerta: « ¿De qué provecho es, hermanos míos, que alguno diga que tiene fe, pero no tenga obras? Esa fe no puede salvarlo, ¿verdad? 15Si un hermano o una hermana están en estado de desnudez y carecen del alimento suficiente para el día, 16y sin embargo alguno de entre ustedes les dice: “Vayan en paz, manténganse calientes y bien alimentados”, pero ustedes no les dan las cosas necesarias para su cuerpo, ¿de qué provecho es? 17Así, también, la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma. 18No obstante, alguien dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe aparte de las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. 19Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien. Y sin embargo los demonios creen y se estremecen. 20Pero, ¿quieres saber, oh hombre vano, que la fe aparte de las obras es inactiva? 21¿No fue declarado justo por obras nuestro padre Abrahán después que hubo ofrecido a Isaac su hijo sobre el altar? 22Contemplas que su fe obró junto con sus obras, y por sus obras su fe fue perfeccionada, 23y se cumplió la escritura que dice: “Abrahán puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia”, y vino a ser llamado “amigo de Jehová”. 24Ustedes ven que el hombre ha de ser declarado justo por obras, y no por fe solamente. 25De la misma manera, también, Rahab la ramera, ¿no fue declarada justa por obras, después que hubo recibido hospitalariamente a los mensajeros y los hubo enviado por otro camino? 26En verdad, como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta » (versículos 14-26).

Las obras mencionadas por el discípulo Santiago, dependiendo del contexto, son obras de misericordia y no las obras de la Ley Mosaica (ver versículos 15,16,25).

Capítulo 3:

Los consejos del discípulo Santiago sobre el uso de la lengua: « No muchos de ustedes deberían hacerse maestros, hermanos míos, sabiendo que recibiremos juicio más severo. 2Porque todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también [su] cuerpo entero. 3Si a los caballos les ponemos frenos en la boca para que nos obedezcan, manejamos también su cuerpo entero. 4¡Miren! Hasta los barcos, aunque son tan grandes y son impelidos por vientos recios, son dirigidos por un timón muy pequeño a donde la inclinación del timonel lo desea. 5Así, también, la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandesalardes. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuegose incendia tan grande bosque! 6Pues bien, la lengua es un fuego. La lengua constituye un mundo de injusticia entre nuestros miembros, porque mancha todo el cuerpo y enciende en llamas la rueda de la vida natural y es encendida en llamas por el Gehena. 7Porque toda especie de bestias salvajes así como de aves y de cosas que se arrastran y de criaturas marinas ha de ser domada y ha sido domada por el género humano. 8Pero la lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero. 9Con ella bendecimos a Jehová, sí, al Padre, y, no obstante, con ella maldecimos a hombres que han llegado a la existencia “a la semejanza de Dios”. 10De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera. 11La fuente no hace que lo dulce y lo amargo salgan burbujeandopor la misma abertura, ¿verdad? 12Hermanos míos, la higuera no puede producir aceitunas, ni la vid higos, ¿verdad? Tampoco puede el agua salada producir agua dulce » (versículos 1-12).

El Gehena mencionado por Santiago es el símbolo de la muerte sin resurrección, la muerte eterna. En el versículo 6, muestra que es con la lengua que se cometen pecados que pueden conducir a la sentencia del Gehena. En su Sermón del Monte, Jesús dice lo mismo: « Sin embargo, yo les digo que todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará expuesto al Gehena de fuego » (Mateo 5:22). Jesucristo dice también que un hombre puede pecar contra el Espíritu Santo con la boca. El pecado contra el Espíritu Santo es imperdonable, es un pecado eterno: « Por este motivo les digo: Toda suerte de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el espíritu no será perdonada. 32Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en este sistema de cosas ni en el venidero. (…) Les digo que de todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio; porque por tus palabras serás declarado justo, y por tus palabras serás condenado » (Mateo 12:31,32,36,37).

Rechacemos la sabiduría terrenal y animal, pero practiquemos la sabiduría de arriba: « ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría. 14Pero si ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad. 15Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es la terrenal, animal, demoníaca. 16Porque donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil. 17Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita. 18Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz » (versículos 13-18).

Encontramos una descripción contrastante, parecida, entre las obras de la carne y el fruto del Espíritu, escritos por el apóstol Pablo: « Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación,inmundicia, conductarelajada, 20idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, 21envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, 23apacibilidad, autodominio. Contra tales cosas no hay ley » (Gálatas 5:19-23).

Capítulo 4:

Debemos evitar tener malas intenciones: « ¿De qué fuente son las guerras y de qué fuente son las peleas entre ustedes? ¿No son de esta fuente, a saber, de sus deseos vehementes de placer sensual que se hallan en conflicto en sus miembros? 2Ustedes desean, y sin embargo no tienen. Siguen asesinando y codiciando, y sin embargo no pueden obtener. Siguen peleando y guerreando. No tienen, porque no piden. 3Sí piden, y sin embargo no reciben, porque piden con un propósito malo, para gastar[lo] en los deseos vehementes que tienen de placer sensual » (versículos 1-3).

Debemos evitar el adulterio espiritual, es decir, la amistad con el mundo: « Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios. 5¿O se figuran ustedes que la escritura dice en balde: “Es con tendencia hacia la envidia con lo que el espíritu que se ha domiciliado en nosotros sigue anhelando”? 6Sin embargo, la bondad inmerecida que él da es mayor. Por eso se dice: “Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes » (versículos 4-6).

El pecado de adulterio quiebra la promesa de lealtad entre un hombre y una mujer, estando los dos casados. El pecado de adulterio espiritual quiebra la promesa de fidelidad hecha a Dios y a Cristo, durante el bautismo cristiano (Mateo 28:19). El apóstol Juan define precisamente lo que es la amistad con el mundo: « No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; 16porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. 17Además, el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre » (1 Juan 2:15-17).

Hay que someterse a Dios y oponerse al diablo: « Sujétense, por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. 8Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos. 9Dense a la desdicha, y laméntense, y lloren. Que su risa se torne en lamento, y su gozo en desaliento. 10Humíllense a los ojos de Jehová, y él los ensalzará » (Versículos 7-10).

¿Quién es Satanás el diablo?

Jesucristo describió al diablo de manera muy concisa: “Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de la mentira » (Juan 8:44). Satanás el diablo no es la abstracción de lo malo, sino una persona espiritual real (Vea el relato en Mateo 4:1-11). Asimismo, los demonios también son ángeles que se han convertido en rebeldes que han seguido el ejemplo del diablo (Génesis 6:1-3, comparar con la carta de Judas versículo 6: « Y a los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día »).

Cuando está escrito « no permaneció firme en la verdad », muestra que Dios creó a este ángel sin pecado y sin ningún rastro de maldad en su corazón. Este ángel, al comienzo de su vida, tenía un « buen nombre » (Eclesiastés 7:1a). Sin embargo, « no permaneció » en su integridad, cultivó el orgullo en su corazón y con el tiempo se convirtió en « diablo », que significa calumniador, y Satanás, enemigo; su antiguo y hermoso nombre, su buena reputación, ha sido reemplazado por un nombre de oprobio eterno. En la profecía de Ezequiel (capítulo 28), contra el orgulloso rey de Tiro, se alude claramente al orgullo del ángel que se convirtió en « diablo » y « Satanás »: ​​ »“Hijo del hombre, levanta una endecha acerca del rey de Tiro, y tienes que decirle: ‘Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: ’“Sellas un modelo, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu cobertura: rubí, topacio y jaspe; crisólito, ónice y jade; zafiro, turquesa y esmeralda; y de oro era la hechura de tus engastes y tus encajaduras en ti. El día en que fuiste creado fueron alistadas. Tú eres el querubín ungido que cubre, y yo te he colocado a ti. En la montaña santa de Dios resultaste estar. En medio de piedras de fuego te paseabas. Estuviste exento de falta en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló injusticia en ti » (Ezequiel 28:12-15). Mediante su acto de injusticia en el Edén, se convirtió en un « mentiroso » que causó la muerte de toda la descendencia de Adán (Génesis 3; Romanos 5:12). Actualmente, es Satanás el diablo quien gobierna el mundo: « Ahora se somete a juicio a este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado fuera » (Juan 12:31; Efesios 2:2; 1 Juan 5:19).

Satanás el diablo será destruido para siempre: « Por su parte, el Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve » (Génesis 3:15; Romanos 16:20).

No debemos juzgar al prójimo: « Dejen de hablar unos contra otros, hermanos. El que habla contra un hermano o juzga a su hermano habla contra ley y juzga ley. Ahora bien, si juzgas ley, no eres hacedor de ley, sino juez. 12Uno solo hay que es legislador y juez, el que puede salvar y destruir. Pero tú, ¿quién eres, para que estés juzgando a tu prójimo? » (Versículos 11,12).

Encontramos la misma exhortación en el Sermón del Monte: « Dejen de juzgar, para que no sean juzgados; porque con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, se les medirá. Entonces, ¿por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano, pero no tomas en cuenta la viga que hay en tu propio ojo? O, ¿cómo puedes decir a tu hermano: ‘Permíteme extraer la paja de tu ojo’; cuando ¡mira!, hay una viga en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero extrae la viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente cómo extraer la paja del ojo de tu hermano » (Mateo 7:1-5).

Esta exhortación a no juzgar debe situarse en el contexto de la relación humana en general y no en el marco normal de un tribunal que requiere la intervención de un juez para pronunciarse sobre la culpabilidad o no de una persona.

Jesucristo dice que el ser humano que tiende a juzgar sistemáticamente a su prójimo, a menudo olvida que se encuentra exactamente en la misma situación que la persona a la que juzga: es pecador como todos los demás descendientes de Adán: « Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Jesucristo añade un segundo punto mostrando que el que juzga se pone en una situación muy delicada desde el punto de vista de quien ejercerá el juicio, el Rey Jesucristo, especialmente poco antes de la gran tribulación: será juzgado de la misma manera que juzga a los demás. Así que, el no juzgar, visto desde esta perspectiva, es una forma de ser muy prudente. Sin embargo, Jesucristo dijo antes, en su sermón, que debemos ser misericordiosos y así se nos mostrará misericordia. Debemos perdonar, para que Dios nos perdone nuestras faltas (Mateo 5:7; 6:14,15).

Sin embargo, Jesucristo va mucho más allá con respecto a la persona que tiende a juzgar a su prójimo, dice sin vacilar, que es hipócrita. En efecto, juzga a su prójimo ignorando que tiene faltas, incluso mucho más graves; Jesucristo dice que la persona juzgada tiene una paja en el ojo mientras que, por efecto óptico, él que juzga, tiene una viga en el ojo. La expresión utilizada por Cristo está totalmente en consonancia con la persona que juzga regularmente a su prójimo: « Médico, cúrate a ti mismo » (Lucas 4:23).

Evitemos la presunción y la arrogancia: « Vamos, ahora, ustedes los que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal ciudad y allí pasaremos un año, y negociaremos y haremos ganancias”, 14cuando el caso es que ustedes no saben lo que será su vida mañana. Porque son una neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece. 15En vez de eso, deberían decir: “Si Jehová quiere, viviremos y también haremos esto o aquello”. 16Pero ahora ustedes se glorían en sus alardes llenos de presunción. Todo ese gloriarse es inicuo. 17Por lo tanto, si uno sabe hacer lo que es correcto y, sin embargo, no lo hace, es para él un pecado » (versículos 13-17).

El comentario del discípulo Santiago, sobre la fragilidad de la vida, nos lleva a hacernos preguntas existenciales sobre su significado. El libro bíblico de Eclesiastés es una meditación existencial del sentido de la vida y las preguntas, vinculadas a la muerte y la esperanza. El libro de Eclesiastés la pone en dos perspectivas importantes: la descripción de una vida completamente despojada de toda espiritualidad y la otra que toma en cuenta su dimensión espiritual y divina.


El libro empieza con lo que constituye su tema central, repetido varias veces: « ¡La mayor de las vanidades! —ha dicho el congregador—, ¡la mayor de las vanidades! ¡Todo es vanidad! » (Eclesiastés 1:2). El tema de lo absurdo de la condición humana se ilustra con varios ejemplos. La condición humana lo lleva inexorablemente a la muerte, de modo que sea lo que emprenda, al fin y al cabo, será inútil, no escapará de ella (Romanos 6:23).


Obviamente, este libro bíblico no hace solo una observación realista y abrumadora de la existencia humana, sino que también presenta la solución, a lo largo del libro de Eclesiastés y particularmente en las últimas palabras del capítulo 12: « La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre. Porque el Dios verdadero mismo traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala » (Eclesiastés 12:13,14). Si el libro describe el aspecto muy oscuro de la existencia, el contrapunto es la solución de que debemos vincularnos a Dios, con lo divino, porque solo es de esta manera que podremos extraernos del ciclo absurdo de la existencia, al obtener la vida eterna. Solo Dios, el Padre Celestial, puede liberarnos de este callejón sin salida (Juan 3:16.36; 17:3).

Capítulo 5:

Habrá un juicio de los ricos que oprimen a los pobres y que extorsionan a los trabajadores: « Vamos, ahora, ricos, lloren, aullando por las desdichas que les sobrevienen. 2Sus riquezas se han podrido, y sus prendas de vestir exteriores han quedado apolilladas. 3Su oro y plata están enmohecidos, y el moho de estos servirá como testimonio contra ustedes y comerá sus carnes. Algo semejante al fuego es lo que ustedes han acumulado en los últimos días. 4¡Miren! El salario que se debe a los obreros que cosecharon sus campos, pero el cual es retenido por ustedes, sigue clamando, y los gritos por auxilio de los segadores han entrado en los oídos de Jehová de los ejércitos. 5Ustedes han vivido en lujo sobre la tierra y se han dado al placer sensual. Han engordado sus corazones en el día del degüello. 6Han condenado, han asesinado al justo. ¿No se les opone él? » (versículos 1-6).

Jesucristo dice que la riqueza solo tiene un valor temporal al desgastarse, de manera similar: « Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan. Porque donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón » (Mateo 6:19-21).

El apóstol Pablo ha demostrado que no es el dinero el problema, sino el amor al dinero: « Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores » (1 Timoteo 6:9,10).

Hay que ser paciente en la esperanza: « Ejerzan paciencia, por lo tanto, hermanos, hasta la presencia del Señor. ¡Miren! El labrador sigue esperando el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la lluvia tardía. Ustedes también ejerzan paciencia; hagan firme su corazón, porque se ha acercado la presencia del Señor » (versículos 7,8).

Este texto menciona la presencia de Jesucristo glorificado junto con el cumplimiento de la esperanza cristiana. En este caso, cuando Jesucristo vendrá a juzgar a la humanidad, poco antes de la Gran Tribulación: « Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán reunidas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda » (Mateo 25:31-33).

Después de describir los dramáticos acontecimientos que antecederían al fin de este sistema de cosas, en un momento que debería ser de lo más angustioso y que estamos viviendo ahora, Jesucristo dijo a sus discípulos que « levantaran la cabeza », porque el cumplimiento de su esperanza se acercaría: « Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca » (Lucas 21:28).

¿Cómo encontrar gozo estando en las pruebas personales? El apóstol Pablo escribió que debemos seguir el modelo de Jesucristo: « Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros, mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Sí, consideren con sumo cuidado y atención al que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de sus propios intereses, para que no vayan a cansarse y a desfallecer en sus almas » (Hebreos 12:1-3).

La energía del aguante de Jesucristo estaba en el gozo de la esperanza de su futura gloria celestial. Es importante tener aquella energía, para alimentar nuestro aguante, mediante el « gozo » de nuestra esperanza de vida eterna que aguardamos. En cuanto a nuestras pruebas, Jesucristo dijo que las resolviéramos a diario: « Por eso les digo: dejen de angustiarse por su vida, por lo que van a comer y beber; o por su cuerpo, por lo que van a ponerse. Al fin y al cabo, ¿no vale más la vida que el alimento y el cuerpo que la ropa? Observen con atención las aves del cielo. No siembran ni cosechan ni almacenan en graneros, pero su Padre celestial las alimenta. ¿Y acaso no valen ustedes más que ellas? ¿Quién de ustedes, por angustiarse, puede alargar un solo codo la duración de su vida? Además, ¿por qué se angustian por la ropa? Aprendan una lección de cómo crecen los lirios del campo. No trabajan duro ni hilan; pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Entonces, si Dios viste así a la vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón, gente de poca fe? Así que nunca se angustien+ y digan: ‘¿Qué vamos a comer?’, o ‘¿Qué vamos a beber?’, o ‘¿Qué vamos a ponernos?’. Porque es la gente de las naciones* la que busca todas estas cosas con tanto empeño. Su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas » (Mateo 6:25-32). El principio es simple, debemos usar el presente, es decir el día en que estamos, para resolver nuestros problemas que nos acaecen, poniendo nuestra confianza en Dios, para que nos ayude a encontrar una solución: “Por lo tanto, sigan buscando primero el Reino y la justicia de Dios, y entonces recibirán también todas esas cosas. Así que nunca se angustien por el día siguiente, porque el día siguiente traerá sus propias preocupaciones. Bastante hay con los problemas de cada día” (Mateo 6:33,34). La aplicación de este principio nos ayudará a administrar mejor nuestra energía mental y emocional para afrontar nuestros problemas diarios. Jesucristo desaconseja la anticipación excesiva, hasta exagerada y mórbida de los problemas que podrían agobiar y quitar toda la energía espiritual (compárese con Marcos 4:18,19).

Para volver al estímulo presentado en Hebreos 12:1-3, necesitamos usar nuestra capacidad mental para proyectarnos hacia el futuro a través del gozo de la esperanza, que es parte del fruto del espíritu santo: « Por otra parte, el fruto del espíritu es amor, felicidad, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fe, apacibilidad, autocontrol. No hay ley en contra de esas cosas » (Gálatas 5:22,23). Está escrito en la Biblia que Jehová es un Dios feliz y que el cristiano predica las « buenas nuevas del Dios feliz » (1 Timoteo 1:11). Mientras que este sistema de cosas nunca ha estado tanto en las tinieblas espirituales, debemos enfocarnos en la luz de las buenas nuevas que compartimos, pero también en el gozo de nuestra esperanza que queremos irradiar sobre los demás como una luz: « Ustedes son la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad que está en lo alto de una montaña. Nadie enciende una lámpara para luego taparla con una canasta, sino que la pone en el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa. De la misma manera, hagan brillar su luz a la vista de la gente. Que vean sus buenas obras y así le den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos » (Mateo 5:14-16). Hagamos del gozo de Jehová nuestra fortaleza: “Porque el gozo de Jehová es su plaza fuerte” (Nehemías 8:10).

Debemos aguantar el mal y ser pacientes, como Job: « No exhalen suspiros unos contra otros, hermanos, para que no vayan a ser juzgados. ¡Miren! El Juez está de pie delante de las puertas. 10Hermanos, tomen por modelo de sufrir el mal y deejercer paciencia a los profetas, que hablaron en el nombre de Jehová. 11¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño, y misericordioso » (versículos 9-11).

Después de reprender muy severamente a los tres acusadores de Job, Jehová Dios libera Job de su cautiverio, creado por Satanás el diablo:

“Y aconteció que, después que Jehová hubo hablado estas palabras a Job, Jehová procedió a decir a Elifaz el temanita: “Mi cólera se ha enardecido contra ti y tus dos compañeros, porque ustedes no han hablado acerca de mí lo que es verídico, como mi siervo Job. 8Y ahora tomen para ustedes siete toros y siete carneros, y vayan a mi siervo Job, y tienen que ofrecer un sacrificio quemado a favor de ustedes; y Job mismo, mi siervo, orará por ustedes. Solo el rostro de él aceptaré para no cometer locura deshonrosa contra ustedes, porque ustedes no han hablado acerca de mí lo que es verídico, como mi siervo Job”.

9Por consiguiente, Elifaz el temanita y Bildad el suhita y Zofar el naamatita fueron, e hicieron tal como Jehová les había hablado; así que Jehová aceptó el rostro de Job.

10Y Jehová mismo volvió atrás la condición de cautiverio de Job cuando este oró a favor de sus compañeros, y Jehová empezó a dar, además, todo lo que había sido de Job, en cantidad doble. 11Y siguieron viniendo a él todos sus hermanos y todas sus hermanas y todos los que antes lo habían conocido, y empezaron a comer pan con él en su casa y a condolerse de él y a consolarlo por toda la calamidad que Jehová había dejado venir sobre él; y procedieron a darle, cada cual, una pieza de moneda y, cada cual, un anillo de oro.

12En cuanto a Jehová, él bendijo el fin de Job después más que su principio, de modo que este llegó a tener catorce mil ovejas y seis mil camellos y mil yuntas de reses vacunas y mil asnas. 13También llegó a tener siete hijos y tres hijas. 14Y se puso a llamar a la primera por nombre Jemimá y a la segunda por nombre Quesías y a la tercera por nombre Querén-hapuc. 15Y no se hallaron mujeres tan bellas como las hijas de Job en todo el país, y su padre procedió a darles herencia entre sus hermanos.

16Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años, y llegó a ver a sus hijos y sus nietos… cuatro generaciones. 17Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días” (Job 42:7-17).

Debemos respetar nuestra palabra: « Sin embargo, sobre todo, hermanos míos, dejen de jurar, sí, ya sea por el cielo o por la tierra o por cualquier otro juramento. Pero que su Sí signifique Sí, y su No, No, para que no caigan bajo juicio » (versículo 12).

Jesucristo dijo exactamente lo mismo en su Sermón del Monte: « También oyeron ustedes que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes jurar y no cumplir, sino que tienes que pagar tus votos a Jehová’. Sin embargo, yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza debes jurar, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo » (Mateo 5:33-37).

Los beneficios de la oración del justo y su enseñanza para librar al pecador de su mal camino: « ¿Hay alguno que esté sufriendo el mal entre ustedes? Que se ocupe en orar. ¿Hay alguno que se sienta contento? Que cante salmos. 14¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. 15Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará. 16Por lo tanto, confiesen abiertamente sus pecados unos a otros y oren unos por otros, para que sean sanados. El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor. 17Elías era hombre de sentimientos semejantes a los nuestros, y, no obstante, en oración oró que no lloviera; y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18Y volvió a orar, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. 19Hermanos míos, si alguno de entre ustedes se deja extraviar de la verdad y otro lo hace volver, 20sepan que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados » (versículos 13-20).

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Alcanzando la madurez espiritual (Hebreos 6:1)

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